Cuando estaba iniciando, me aconsejaron que debería realizar
un proyecto de corte didáctico. Así que, pensé, okey voy a intentarlo. Hice unas
cuatro páginas a modo de piloto, lo interesante es que, llegue a una editorial
que estaba muy interesada en la idea de contar la historia de Venezuela como un
comic, así que, contagiado por la oportunidad y estando en modo súper-proactivo,
eche a perder esa oportunidad.
Pase por varios periódicos y editoriales, que me dieron la
respuesta de costumbre (lo estudiaremos, lo tendremos en cuenta, etc.). Algo
curioso es que, al llegar a una de estas editoriales, la muchacha que me atendió,
al entregarle la muestra, sin llegar a verla me dice: “No estamos interesado”
con una expresión de desdén, que fue como si me vaciaran un tobo de agua fría,
lo curioso de esto es que, seis meses después me llaman para que participe en
un proyecto, y hablamos de algunas pautas, etc. Y me pareció que no conocían mi
trabajo así que les pregunte y efectivamente no conocían mi trabajo, me dijeron
que me llamaron porque alguien me recomendó; luego les dije que había dejado
unas muestras allí y que pensaba que por eso me habían llamado. Eso me enseño
que al entregar muestras, portafolio, etc. Tienes que tener una hoja de entrega
que conste que dejaste X documento y que X persona te lo recibió. En fin, rodé mucho con eso y decidí darle un
formato distinto; no me apegaría a las aburridas día, mes, año, pasó esto y aquello.
Así que pensé en dividirlo en ocho partes, en cada parte hablar de un periodo y
que los protagonistas deben ser unos desconocidos que narran en primera persona
con una visión lo más neutra posible de los acontecimientos.
Conquista, lo difícil
de realizarlo fue: redactarlo, pintarlo, y digitalizar las páginas en tres ocasiones.
Y entre cada ocasión pasaron de cuatro a seis meses. Después el volver a buscar
una editorial que estuviera interesada, cosa que no paso, decidí auto-publicar,
bueno eso también estuvo lleno de obstáculos, ya que uno de los sujetos que me atendía
parecía molesto y estaba a la defensiva todo
el tiempo, me dio una fecha para retirar el material y no estaba listo, la impresión
fue mediocre; después de eso, buscar una distribuidora. Me aconsejaron ir a una
estatal, fui y, tenía que entregarles una carta de solicitud, para luego
esperar una respuesta, cosa que jamás paso, luego fui a una feria donde pude vender
cinco.
La moraleja de todo este cuento es que, si vas a auto-editar
tú proyecto debes tomar en cuentas factores fuera de la investigación, guion, diseño
de personajes, diagramación de las páginas. Tienes que ver donde lo vas a
imprimir, como lo vas a distribuir, y debes a alguien que lo lea (esto es obligatorio
ya que, dedicarle mucha horas a un proyecto, no vas a poder ver los errores más
obvios). Espero que esto les ayude y si quieren verlo hagan
clic aquí.